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jueves, 1 de abril de 2010

Sonrisas que alargan la vida

Investigadores de la Universidad Estatal de Wayne en Detroit realizaron un estudio que se publicó en Psychological Science Online First. Se analizaron 230 fotografías de jugadores de las Grandes Ligas de béisbol, quienes jugaron antes de 1950. Los clasificaron en función de sus sonrisas, sin sonrisa, sonrisa parcial y sonrisa plena.

Los resultados de la longevidad demostraron que el promedio de vida de aquellos que no sonreían es de 72.9 años. Los que sonríen parcialmente viven 75 años y los que presentaron una sonrisa plena llegan a vivir 79.9 años. Al considerar otras variables como estado civil, año de nacimiento e índice de masa corporal, no se afectaron estos resultados de la relación sonrisa-longevidad.

Sonja Lyubomirsky, investigadora de la felicidad y autora de The How of Happiness (Cómo ser feliz), concuerda con este estudio. Afirma que la sonrisa puede reflejar felicidad, optimismo o elasticidad, por lo que es muy probable que la sonrisa sea un indicador del estado de ánimo de los jugadores, lo cual se desencadena en su estilo de vida y, por lo tanto, en la prolongación de ésta.

¿Qué debes de comer diario?

Debemos de consumir una gran variedad de alimentos. El cuerpo humano necesita asimilar distintos nutrientes y vitaminas provenientes de la comida que ingerimos para funcionar adecuadamente. Estos alimentos deben de equilibrarse en una dieta balanceada por lo que se sugiere que, en un día promedio, una buena combinación para comer incluya:

Tres raciones del grupo de los lácteos. Son alimentos como leche, queso, yogurt y sus derivados. Estos contienen calcio, proteínas, así como vitaminas B12, A y D, los cuales son indispensable en la construcción de los huesos y dientes, además de que ayudan a mantenerlos saludables.
No más de dos o tres raciones del grupo de las grasas y azúcares (dulces, pastel, papas fritas y refrescos). Aunque suene restrictivo, este grupo realmente brinda pocos nutrientes, pero mucha energía por lo que se deben consumir con moderación (esta es la razón por la que tu hermanito se pone hiperactivo después de comer chocolate).

Cinco raciones de frutas y vegetales. Las frutas, incluyendo las manzanas, y los vegetales son una esencial fuente de fibra, vitaminas y minerales. Éste grupo es que debe de constituir la base de la alimentación diaria.

Dos o tres porciones de carne, pescado y alternativas vegetarianas (lentejas, legumbres, nueces, semillas y frijoles). Son una rica fuente de proteínas y algunos contienen hierro, magnesio, zinc, ácidos grasos esenciales y vitaminas B. Estos nutrientes son necesarios para el buen crecimiento y reparación del cuerpo.

Los músculos: piezas clave para el movimiento

Los músculos constituyen casi el 50 por ciento del peso corporal, su importancia es tal, que sin ellos no se podrían realizar tareas simples como pestañear o inclusive respirar. Todo el sistema muscular se estructura por millones de fibras que forman una textura parecida a la de una liga elástica. Existen 3 diferentes tipos de músculo: El esquelético, el visceral y el cardiaco, juntos suman más de 650 músculos en todo el cuerpo humano (tan sólo para decir una palabra se requieren más de 70 músculos).

El músculo visceral o liso está constituido por varias capas perfectamente distribuidas, una encima de la otra. Estos músculos ayudan al cuerpo humano a orinar y vomitar entre otras muchas funciones orgánicas. El músculo cardiaco tiene como responsabilidad bombear la sangre por medio de gruesas fibras musculares a todo el cuerpo, esto contribuye a la oxigenación del cerebro que es indispensable para su buen funcionamiento. El músculo esquelético en conjunto con los huesos, colabora para desarrollar la fuerza y potencia del cuerpo. Este sistema cubre el esqueleto ocupando la mayor parte del organismo. Los músculos esqueléticos son voluntarios, lo quiere decir que son controlados por el cerebro de forma consciente, permitiéndonos realizar cualquier actividad física según el nivel desarrollado por estos.

Los músculos esqueléticos vienen en pares, esto se debe a que el músculo únicamente es capaz de jalar el hueso hacia un lado (el músculo no empuja), de esta forma, los tejidos musculares de la parte delantera superior del brazo (bíceps), tiran del mismo para doblarlo en la articulación del codo; Es como si el cuerpo fuera un títere y los músculos las cuerdas que lo manipulan.

Existen distintos tipos y tamaños de músculo, no significa que uno sea más importante que el otro, sino que tienen funciones específicas según su ubicación. Músculos de gran tamaño como los de la espalda, localizados alrededor de la columna vertebral, permiten al cuerpo permanecer de pie y mantenerse recto, además, proveen al cuerpo la fuerza necesaria para levantar y empujar objetos; Mientras que los músculos ubicados en el cuello y parte superior de la espalda son más pequeños, estos permiten que el ser humano pueda sostener su propia cabeza y moverla sin dificultad. También se encuentra una gran variedad de músculos ubicados en la cara; A diferencia del resto de los músculos esqueléticos, no se hallan adheridos al hueso, se ubican justo por debajo de la piel y son los responsables del desarrollo de gestos que permiten reconocer expresiones como la sonrisa, enojo y angustia.

Es importante mantener el sistema muscular activo y ejercitarse continuamente para conservar la salud; Hay que recordar que los músculos tienen memoria y entrenarlos frecuentemente incrementa su habilidad al necesitarlos.